¿Por qué tanto messismo y antimessismo en este país? A propósito del cuarto balón de oro de Lionel


Por Nekhro


¿Por qué tanto messismo y antimessismo en este país?

Este lunes se entregó en Suiza el esperado (?) Josepmir Ballón d'Or 2012 de la FIFA (galardón que nació el 2010 como fusión del FIFA World Player of the Year y el tradicional Ballon d'Or de la revista France Football). El ganador, por cuarta vez consecutiva, fue un tal Lionel Messi del FC Barcelona.

Un curioso caso el de Messi, ya que pocas veces un jugador tan bueno y exitoso había generado tanto "antismo" (?) en un sector de la fanaticada futbolera. Es decir, pocas veces se había visto que un jugador de la calidad, el talento y la indiscutible (sí, indiscutible) jerarquía del Lionel, radicado en Europa toda su carrera profesional, haya generado tantas pasiones, tanto a favor pero especialmente en contra, en los hinchas del fútbol alrededor del mundo. 

My precious
 
Por cada dos "messistas" hay un "anti-Messi". Dos conceptos que desde que Messi tomó el trono del fútbol mundial (allá por el 2009, con la explosión del Barcelona de Guardiola y cuando le ganó la final de la Champions al Manchester del vigente rey entonces, Cristiano Ronaldo) han tomado cada vez más relevancia, de una manera, súbita, intesa y francamente, por ratos estúpida.

¿A qué se debe este extraño fenómeno? Se pueden citar diversos factores, dependiendo del contexto futbolero en el que uno se encuentra. En Argentina tendran sus razones, en España las suyas, en Inglaterra otras y así sucesivamente. Pero ¿qué hay de Perú? ¿Por qué los númerosos éxitos y contados fracasos de un futbolista extranjero, sudamericano pero que radicó toda su vida en Europa, generan más reacción y pasiones encontradas en nuestro país, en esta época, que en la que en su momento ocasionaron otros cracks radicados en Europa de similar o incluso menor jerarquía?

Para empezar, separemos los "messistas" de los que son simplemente admiradores del fútbol de Messi y del Barcelona o en su defecto del de Cristiano y del Madrid. Los simpatizantes son los que simplemente disfrutan y hasta se emocionan con el fútbol de los catalenes y del rosarino, o el de los madrileños y del portugés; los que prefieron al Barcelona sobre el Madrid, o viceversa, por cuestiones futbolísticas, sentimentales, historicas, ideológicas o alguna más. El "messista", por su parte, concibe que el timeline (?) del fútbol mundial empieza con esa final de Champions ganada por el Barcelona en Roma, allá por el 2009. A partir de entonces, el fenómeno del Barcelona, del Pep-team, del Dream-team o como quiera que se lo llame, tomó una relevancia cada vez más importante en su vida: Se compró la camiseta del Barza, la camiseta de Argentina, el short, los chimpunes adidas, las medias, la toalla, el calzoncillo, el perfume, etc. De la noche a la mañana, se declaró hincha del Barcelona, aprendió siete palabras en catalán, se bajó música de Serrat, salió al Jirón de la Unión a juntar firmas por la independecia de Catalunya y pintó en la pared de su cuarto un "VISCA BARCA" con pintura azul y grana. 

Ahora entendemos todo


¿Qué pasó? ¿Por qué este fenómeno? El primer factor es la accesibilidad. En los ochentas, incluso en los noventas, hubiese sido impensado que un muchachito cualquiera, con menos fútbol que Marco Sifuentes (?), sea fan de un equipo europeo con tanta devoción, (con más devoción incluso que por el equipo peruano del que es, o dice ser, hincha) primero porque era muy difícil seguir a un equipo europeo fecha a fecha, conseguir todos los productos oficiales, e incluso bambas, y declarar tu fanatismo por un jugador tan lejano sin ser visto como una paria. La internet juega acá un factor importante, claro, pero la internet es una mera herramienta de la globalización del fútbol. La posibilidad de que con un plan barato de cable uno pueda ver los partidos de fútbol europeo, y si no tienes cable lo ves todo por stream. La condición por la cual ahora uno ya no es hincha de Alianza, de la U o de Cristal, sino que ahora que ser de Alianza, del Barcelona y el Mancherter; o de la U, el Real Madrid y la Juve; o de Cristal, el Bayern y el PSG. 

Parece cada vez más difícil concebir el fanatismo por el fútbol sin sentirse obligado a elegir a un equipo europeo por el que hinchar. Ojo, no simpatizar, sino hinchar. Desde siempre uno ha podido preferir al Madrid sobre el Barcelona, o al Manchester sobre el Liverpool, o al Inter sobre el Milan, etc., dependiendo de los gustos futbolísticos o más comúnmente de qué jugador tenía cada equipo. En los noventas y a principios de la década pasada, sin ir muy lejos, se podía disfrutar al Milan de Sacchi sin necesariamente sentir un odio irrefrenable por el Inter, lo mismo que podía a uno gustarle el Manchester de Scholes-Beckham-Giggs-Van Nistelrooy sin negar las cualidades y méritos del Arsenal de Pires-Ljunberg-Bergkamp-Henry, o ver al Madrid de los galácticos sin ir puteando y negando a Ronaldinho.

Ahora no, la tendencia que parecen dictar el fútbol europeo y el marketing es "O eres pro-Messi o eres anti-Messi; o eres pro-Cristiano o eres anti-Cristiano, o amas al Barza u odias al Barza". El Barcelona de Guardiola parece haber sido la chispa que inició, o más bien aceleró, este fenómeno en el cual el fútbol europeo ya no es para es solo para el deleite, sino también para la angustia y el fanatismo. Desde que se globalizó el fútbol (fines de los noventas) no se había dado un fenómeno futbolístico como el de este Barcelona, un equipo lleno de figuras que despliega un fútbol exquisito y lo corona con una impresionante cantidad de títulos, teniendo como estandarte al mejor jugador del mundo: Lionel Messi


Este muchacho lo entendió todo

En otras épocas no tan globalizadas, lo más probable es que todos hubieran admirado y disfrutado de este fenómeno, o al menos no habrían tantos "anti-Barcelona" o "anti-Messi", pero hoy que todo forma parte del mercado y del marketing, este fenómeno se "comercializó" de una manera brillante: Creando alrededor de él un "sentimiento pro" y un "sentimiento contra". El único jugador que podía lucharle el puesto a Messi como el mejor era Cristiano Ronaldo, así que, lógicamente, el Madrid lo contrató junto con de Kaká, Benzema, Xabi Alonso, etc., en su intento por poder competir con el Barcelona de Guardiola, con los resultados que ya conocemos. Esta movida de Cristiano, el otro genio, al Madrid para enfrentar al Barcelona de Messi le cayó como anillo al dedo al mundo del marketing: De pronto, y mucho más con la llegada de Mourinho, todo se volvió Messi vs. Cristiano, Barcelona vs. Madrid, El Humilde vs. El Arrogante, Guardiola vs. Mourinho, Fútbol ofensivo vs. Fútbol defensivo, Solteros vs. Casados, Beliebers vs. OneDirectioners.

Y así nacieron también los "anti-Barcelona" aka. (?) "madridistas". El "madridista" recita un "Hala Madrid" todas las noches antes de acostarse, se hace el corte de Cristiano, se compra sus tabas, trata de imitar sus fintas, usa Clear Men para evitar la caspa. Al madridista no le importa lo bien que pueda jugar Messi en el Barcelona o en Argentina, o las veces que Messi haya demostrado superioridad ante Cristiano: Messi siempre será un pecho frío y un individualista, un hormonado de laboratorio, cuyos premios individules nunca serán merecidos y siempre serán siempre fruto de un complot entre la FIFA, la UEFA, la UNICEF, el Villarato, los Illuminati, la Comisión de Justicida de la ADFP, Burga y un largo etc. No importa que recién tenga 25 años, nunca ganará un Mundial ni igualará a Maradona (dato que curiosamente suelen destacar, aparentemente olvidando que Cristiano, a sus 28, tampoco ganó un mundial). No importa que Messi este año haya hecho más de 10 goles con Argentina (la mejor Argentina desde que se fue Pekerman) nunca jugará bien en su selección. Y así, un largo etcétera.

Esta situación se entiende cuando a un hincha de la U opina sobre Alianza, o uno de Alianza sobre la U, sitaución en la que ambos sujetos, cegados por su fanatismo, siempre van a negar los méritos del otro, situación tan antigua como el fútbol mismo. Vamos ¿quién no ha termeado y entrado en sinrazones defendiendo al equipo de su país del que es hincha?. Pero cuando esta pasión se traslada a una discusión Cristiano/Messi, Madrid/Barcelona, la historia cambia.

Próximanente en las calles limeñas (?)

El Real Madrid vs. Barcelona y en general todo lo relacionado a Cristiano vs. Messi, dejó de ser una rivalidad futbolera, se volvió un fenómeno ecónomico, social, de marketing y hasta sensológico (?). Cada vez más pubertos (?), adolescentes y jóvenes adultos eligen un bando en esta guerra, se dedican a él apasionadamente, siguen todos los partidos, contratan a la empresa de cable que le traiga todos los partidos, compra la camiseta, el uniforme, el cuaderno, la gaseosa, compra, compra, consume, consume y consume un poco más. Este fenómeno se da en todo el mundo y particularmente en Perú, ante la prolongada crisis del fútbol local y particularmente de los clubes grandes, parece encontrar nula resistencia. 

El futbolero peruano, en especial el más joven y novel en los azares del hinchaje por este hermoso deporte,  parece estar cada vez más alienado, más europeizado, prefiere ver un Real Madrid - Granada o un Barcelona - Valladolid en la tranquilidad de su casa a ir a ver al equipo peruano por el que simpatiza al estadio. Y francamente ¿se puede culpar a los chibolos (?)? El fútbol peruano como espectáculo está cada vez más devaluado y se presenta muy poco, o nada, atractivo para las generaciones más jóvenes e ir al estadio se presenta como una actividad más insegura que Advíncula en un test ortográfico. Pero la refundación del fútbol peruano como espectáculo es tema para otro post.

Finalmente, esta alienación y este apasionamiento por los equipos europeos, encapsulados en la dialéctica (?) de un Barcelona-Madrid se antoja irrefrenable, como la globalización misma. El objetivo acá es transmitir una "voz de alerta", si usted está satisfecho con ser del Madrid, de Cristiano Ronabdo, de Mourinho y al final también de la U, casi todo con la misma pasión y terquedad, y discutir horas y horas en una computadora los azares y situaciones de dos millonarios (Messi y Cristiano) que duermen tranquilos mientras el mundo futbolístico y mediático gira en torno a ellos y su mentada rivalidad, al mismo tiempo que usted consume todo lo relacionado a ellos, engrosando sus billeteras y la de sus clubes ; está en todo su derecho. Al final, es como todo en esta vida: Son decisiones.

Son decisiones...