¿Somos hinchas de la U o Alianza o somos fríos?

Por Luis José Valera


Si no tienes pasión, probablemente te suceda esto por pecho frío.


A veces creo y siento que soy uno de esos hinchas tocados por la pasión de fútbol. Si pues, somos los últimos de Sudamérica, al Huancayo le metieron 9 y al puntero 5, el fútbol peruano está mal de eso no hay nada que discutir, pero si se puede discutir otra cosa, yo entiendo que el fútbol es una pasión no un espectáculo que se va observar, por eso digo que me siento uno de los pocos tocados de la pasión del fútbol, evidentemente hablo de la realidad peruana.

No entiendo ni quiero entender (para entenderlo tendría que cambiar mi sentir) a esa gente que le aburre un clásico y dice ser hincha de verdad de la U o Alianza, pero se le escarapela la piel cuando juega el Barcelona vs 11 amigos de Cataluña, entran en un debate eterno sobre el  Liverpool o el Manchester y no se dan cuenta que ni siquiera conocen bien su identidad o los otros que seguramente no se perderán por nada el partido entre Spartak Moskva vs Zilina el martes por la Champions, gente que se sabe de paporreta el 11 del Milán pero no saben el nombre de Libman ni el apellido de Rainer. ¿Son hinchas de la U o Alianza o son fríos?

Gente sin pasión, cuando jugamos contra Brasil van a ver los tacos de Ronaldinho, no es nada contra el romanticismo, ¿pero ver un taco de un jugador del equipo rival causa pasión?, ¿pagar una entrada para ver al rival? Pero cuando gana el equipo se suben al barco. Querer que venga España para inauguración del Nacional para ver a Xavi e Iniesta, ¿acaso no se imaginan ese estadio contra los chilenos o para el primer partido de eliminatorias? si para ellos eso es fútbol somos una hinchada de mierda.

Le doy gracias a Dios, perdón al fútbol por hacer que tres días antes de la final del año pasado en Matute me diera un problema estomacal que me duró hasta después de terminado el partido,  o que ya en el estadio antes de empezar la revancha en el Monumental me dieran escalofríos y no podía decir tres palabras seguidas, o que ayer siga con las cábalas de siempre y que mi corazón me latiera a mil.

Por más 0-0 que lindo la pase ayer en el estadio, mi rival eterno no me podía ganar en mi cancha por un tema de orgullo, mi rival eterno no me podía sacar del campeonato y ellos meterse de lleno, si me sacaba nos hundíamos los dos, que lindo es tener que luchar por algo y tener contra quien lucharlo. Qué hermoso es ver  dos pueblos entregándose cada uno por su equipo sabiendo que ya no tenemos nada que hacer por el campeonato, eso es pasión, o quizás lo sea ver a Robinho, parece que para muchos es así.
Gracias fútbol por seguir siendo una pasión, el espectáculo en el teatro.

Acá pueden sentarse a ver su espectáculo.

Al ritmo del fútbol ♫

Por El Chull 

El fútbol como la música es mundial. Ambos se relacionan maravillosamente creando una fascinación reciproca en cada uno de nosotros. La música cuenta con la posibilidad de reproducir todo tipo de amores, odios, ideologías, idolatrías, problemáticas, y otros tantos aspectos que forman parte del mundo del fútbol. Los grandes conciertos se ofrecen en los estadios, los jugadores cantan, los cantantes juegan y las hinchadas interpretan con pasión sus himnos. La música y el fútbol van juntos. Esta relación se ha desarrollado de distintas maneras.

Uno de los primeros en protagonizar esta unión fue el mítico jugador del Manchester United de los años 60s, George Best. El crack inglés llegó a ser señalado como el quinto de los Beatles (?) por la prensa inglesa, debido a su gran amistad que supo sembrar con la banda de Liverpool. Pero quienes si se dedicaron a la música fueron el ex portero Germán Burgos, quien tiene un grupo musical de rock llamado The Garb, o el ex jugador del Real Madrid, Álvaro Benito, líder de la banda Pignoise. Más eco logró el holandés Ruud Gullit que, siguiendo el ejemplo de Bob Marley, uno de los astros de la música más futboleros, creó un grupo de música jamaicana llamado Ruud Gullit & Revelation Time.

Best camoteando with The Beatles (?)

Muy por el contrario, los cantantes tampoco se quedan al margen. Muchos han revelado su amor hacia el deporte rey como es el caso del gran Bob Marley quien dijo "El fútbol es libertad” en varias ocasiones. Para él fue mucho más que eso. Con el fútbol hizo amigos, confraternizó con jugadores, periodistas y músicos de muchos países. Suelen contar que era un gran jugador. Por otro lado, muchos músicos han dedicado canciones a futbolistas, como es el caso de Andrés Calamaro y la canción 'Maradona' o “Three Lions” de Baddiel, Skinner & Lightning Seeds, que vio la luz justo antes de la Eurocopa de Inglaterra en el 96′. El grupo británico Oasis, fieles seguidores del Manchester City, han dedicado muchas de sus canciones al equipo de sus amores. Es más, estuvieron a punto de comprar el club hace unos años.

"Lánzala al área tío Bob"  ah cierto que(?).

CANTOS QUE UNEN

Muchos clubes cuentan con himnos para recibir a sus jugadores cada vez que entren a un partido. Mientras algunos captan increíblemente la esencia, historia y mítica de su club, otros se remiten únicamente a formar parte de las curiosidades de la institución como puro instrumento de identificación entre su hinchada y el equipo. Imposible pasar por alto el “You’ll Never Walk Alone”, que originariamente fue un tema de Gerry and The Peacemakers y que los seguidores del Liverpool y del Celtic de Glasgow convirtieron en sus himnos oficiales, o el Sevilla con su impresionante himno “El Arrebato”. Un caso curioso es el del equipo alemán Saint Pauli, pues cada vez que sus jugadores ingresan al campo, se escucha la canción “Hell Bells” de AC/DC. También es bastante recordada la del mundial de Italia 90, “Un’estate italiana”, cantada por Gianna Nannini. Actualmente una canción que es vivida por muchos hinchas en Europa es el himno de la Liga de Campeones de la UEFA y es una adaptación de la obra de Händel, "Zadok the Priest".

Finalmente, tanta es la pasión del fútbol y la música en el mundo que en el país africano de Costa de Marfil crearon un nuevo baile llamado Konami, el cual consiste en imitar los movimientos de los más famosos “cracks” del balompié mundial como es el caso del delantero marfileño Didier Drogba quien cuenta con su propio baile, bautizado como “Drogbacité”. (!)